Miré a mi alrededor, ya no había nadie en la sala y le dije a mi nuevo amigo:
-Mejor que me vaya ,ya que tengo que cuidar a mi hermana que está enferma y... ya he estado unas cuantas horas aqui, creo que ''he cumplido mi misión''- y me reí.
-¿Quieres que te lleve?-dijo con una pícara sonrisa que dejaba entrever sus preciosos dientes.
-no, no hace falta, cogeré el Bus.
-no..
-te he dicho que no, por favor
-Reúso
-vale, me convenciste ,pero no creo que mis padres vean bien que lleve un hombre que acabo de conocer,ya que aunque sea un gran empresario, desconozco su vida...
-vale,vale.Pues te dejaré en la esquina de esa misma calle.
Pero... ¿él cómo sabía que mi casa estaba a la vuelta de la esquina?
No dije nada sobre eso.
Salimos por la puerta principal,donde muchos periodistas comentaban,murmuraban y hacían fotografías al empresario que iba junto a mí.
Me fijé en el gran cartel en el que ponía: INAGURACIÓN DE LA FABRICA DE CHOCOLATE CORTÉS.
domingo, 21 de marzo de 2010
martes, 16 de marzo de 2010
La Presentación cap.2
Era....bueno,¿cómo decirlo correctamente?...atractivo,encantador,bello...¿sabéis qué? estoy cansada de hablar ''bien'', para tener 16 años me expreso con demasiadas palabras y si tengo que pensar incluso del mismo modo , me canso muchísimo.
Lo que ''detecté'' en ese hombre....es que ''estaba bueno''.
Sin esa orteras gafas se descubrían unos hermosos ojos marrones,una milésima de segundo después me fijo en su boca: dientes perfectos;labios suaves,esponjos y rosados (me gustaría tocarlos)...pero él interrumpe mi ''exámen'' con una pequeña tos , que claramente quería advertirme de su presencia.
Creo que yo tenía un rostro algo...ausente.
Le miré alertada, ¿cuánto tiempo había estado observándole?
-Buenos días,¿es usted la sta.Lovegood?
-sí,por supuesto...-todavía tenía la mente en otra parte,no sabía qué decir-¿quién me llama?-qué tonta...podía haber dicho perfectamente ¿cómo se llama usted, señorito browneyes? -Soy el sr.Cortés II, pero llámeme Gonzalo
-¡Oh¡qué despistada soy, por supuesto,usted es el hijo del señor que creó esta magnífica fábrica- diciendo esto más bien quiero ''hacerle la pelota'', ya que no había prestado atención a la explicación del guía-creo que dará mucho de sí, llámeme Hayley.
Nos estrechamos las manos y me estremecí ante su contacto,su piel era gélida,suave, y a pesar de estar sudando, las manos las tenía secas pero calientes.
Los dos, al separar las manos, miramos avergonzados al suelo; ya que él también se había estremecido.
-Tutéeme-dijo con encantadora voz
-lo mismo digo.
Ya creo que habíamos olvidado que la gente se marchaba y se iba a otra sala con ruidosas máquinas.
-Esperemos que tengas razón...-dijo, aunque seguía algo cortado con nuestro apretón de manos.
-¡¿Qué?¡-pregunté elevando la cabeza para encontrarme con sus ojos marrones , estaba más atenta a su esmoquin perfectamente planchado.
Él sonrió y dejó entrever sus preciosos dientes, era encantador, se metió las manos en los bolsillos y suspiró.Al igual que yo, creo que estaba deseando volver a estrecharme la mano.
-Acaba de decir que cree que la fábrica dará mucho de sí...-no me acordaba de lo ya dicho...¿Qué esparábais?¿Que me pusiera a hablar con él sin fijarme en esos músculos, en esos dientes,en esos ojos y en ese oscuro pelo que brillaba aún siendo de noche?
-Oh¡ si...tuteeme, vuelvo a decir;tengo que serle sincera, no entiendo lo que dice el guía-me ruboricé.
-Yo tampoco, por eso me acerqué a usted...me aburría- dijo sincero, me quedé cortada, ¿él?¿el hijo del propietario y creador de la mayor fábrica de chocolate del mundo?¿no entendía lo que él mismo(junto a su padre) había ideado?.
-emm..vale-cuando me pongo nerviosa me río, al igual que cuando estoy triste; serán cambios en la adolescencia, no lo sé muy bien, pero soy algo ''rarita''-jajajajajajajaja...-me fuí más tarde calmando y él se reía conmigo-cuénteme algo sobre usted.
-antes de nada...quiero decirte ,por favor Hayley-suplicó, juntando las manos, como si orara-quiero que me tutées
-jajaja es la costumbre... aunque creo que Gonzalo es algo largo ¿no?-quería acortarle el nombre de algún modo.
-creo que todavía me tendrás que llamar por mi nombre,ya que mi padre no deja que entable ningún tipo de relación más que profesional con los que se encuentren en la fábrica...
-vale,vale Gonzalo-dije mientras me reía y él me sonrió.
Lo que ''detecté'' en ese hombre....es que ''estaba bueno''.
Sin esa orteras gafas se descubrían unos hermosos ojos marrones,una milésima de segundo después me fijo en su boca: dientes perfectos;labios suaves,esponjos y rosados (me gustaría tocarlos)...pero él interrumpe mi ''exámen'' con una pequeña tos , que claramente quería advertirme de su presencia.
Creo que yo tenía un rostro algo...ausente.
Le miré alertada, ¿cuánto tiempo había estado observándole?
-Buenos días,¿es usted la sta.Lovegood?
-sí,por supuesto...-todavía tenía la mente en otra parte,no sabía qué decir-¿quién me llama?-qué tonta...podía haber dicho perfectamente ¿cómo se llama usted, señorito browneyes? -Soy el sr.Cortés II, pero llámeme Gonzalo
-¡Oh¡qué despistada soy, por supuesto,usted es el hijo del señor que creó esta magnífica fábrica- diciendo esto más bien quiero ''hacerle la pelota'', ya que no había prestado atención a la explicación del guía-creo que dará mucho de sí, llámeme Hayley.
Nos estrechamos las manos y me estremecí ante su contacto,su piel era gélida,suave, y a pesar de estar sudando, las manos las tenía secas pero calientes.
Los dos, al separar las manos, miramos avergonzados al suelo; ya que él también se había estremecido.
-Tutéeme-dijo con encantadora voz
-lo mismo digo.
Ya creo que habíamos olvidado que la gente se marchaba y se iba a otra sala con ruidosas máquinas.
-Esperemos que tengas razón...-dijo, aunque seguía algo cortado con nuestro apretón de manos.
-¡¿Qué?¡-pregunté elevando la cabeza para encontrarme con sus ojos marrones , estaba más atenta a su esmoquin perfectamente planchado.
Él sonrió y dejó entrever sus preciosos dientes, era encantador, se metió las manos en los bolsillos y suspiró.Al igual que yo, creo que estaba deseando volver a estrecharme la mano.
-Acaba de decir que cree que la fábrica dará mucho de sí...-no me acordaba de lo ya dicho...¿Qué esparábais?¿Que me pusiera a hablar con él sin fijarme en esos músculos, en esos dientes,en esos ojos y en ese oscuro pelo que brillaba aún siendo de noche?
-Oh¡ si...tuteeme, vuelvo a decir;tengo que serle sincera, no entiendo lo que dice el guía-me ruboricé.
-Yo tampoco, por eso me acerqué a usted...me aburría- dijo sincero, me quedé cortada, ¿él?¿el hijo del propietario y creador de la mayor fábrica de chocolate del mundo?¿no entendía lo que él mismo(junto a su padre) había ideado?.
-emm..vale-cuando me pongo nerviosa me río, al igual que cuando estoy triste; serán cambios en la adolescencia, no lo sé muy bien, pero soy algo ''rarita''-jajajajajajajaja...-me fuí más tarde calmando y él se reía conmigo-cuénteme algo sobre usted.
-antes de nada...quiero decirte ,por favor Hayley-suplicó, juntando las manos, como si orara-quiero que me tutées
-jajaja es la costumbre... aunque creo que Gonzalo es algo largo ¿no?-quería acortarle el nombre de algún modo.
-creo que todavía me tendrás que llamar por mi nombre,ya que mi padre no deja que entable ningún tipo de relación más que profesional con los que se encuentren en la fábrica...
-vale,vale Gonzalo-dije mientras me reía y él me sonrió.
lunes, 15 de marzo de 2010
La Fábrica cap.1
Anduvimos por la gran fábrica,casi todos los presentes hacían caso omiso a la explicación del guía, que comenzaba a sudar tras horas de conferencia sobre las grandes instalaciones que estábamos recorriendo.
La verdad es que no prestaba demasiada atención al guía, me limitaba a asentir cuando él me miraba.. creo que necesitaba ayuda urgentemente ¿no había otra persona que le pudiera apoyar en la demostración de la maquinaria?
Un hombre de poca altura con frondoso bigote y gafas que le daban un aspecto formal, anque en mi opinion , si se las quitase estaría mucho más atractivo ; se acercó a mí.
Él sudaba tanto como yo y como el guía, estando a 42º y vestido de etiqueta creo que nadie se libraba del calor ,aunque no me fijé demasiado, me atrajo mucho el rostro de aquel hombre...
La verdad es que no prestaba demasiada atención al guía, me limitaba a asentir cuando él me miraba.. creo que necesitaba ayuda urgentemente ¿no había otra persona que le pudiera apoyar en la demostración de la maquinaria?
Un hombre de poca altura con frondoso bigote y gafas que le daban un aspecto formal, anque en mi opinion , si se las quitase estaría mucho más atractivo ; se acercó a mí.
Él sudaba tanto como yo y como el guía, estando a 42º y vestido de etiqueta creo que nadie se libraba del calor ,aunque no me fijé demasiado, me atrajo mucho el rostro de aquel hombre...
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